Laia Gómez Carreras

La obesidad es una enfermedad crónica de origen multifactorial tratable que aparece cuando existe un exceso de tejido adiposo (grasa) en el cuerpo. Es una interacción compleja entre factores ambientales y genéticos que está asociada con una morbilidad y mortalidad significativas. Según los últimos datos de la OMS, 1200 millones de personas en el mundo tienen problemas de sobrepeso/obesidad.

Los expertos advierten de que sus efectos más negativos se producen porque acentúa y agrava patologías graves como la diabetes, la hipertensión, los problemas cardiovasculares e incluso algunos tipos de cáncer, como el colorrectal.

Entre los estudios científicos encontramos revisiones sistemáticas sobre los posibles efectos terapéuticos de productos que provienen de la naturaleza, como las plantas medicinales o el agua de mar. El doctor Yun reconoció en su estudio que, el plasma marino puede ser reconocido como una posible terapia anti-obesidad natural.

Es bien conocido los efectos del plasma marino para reponer todos los minerales y oligoelementos necesarios para el cuerpo humano, mientras que ayudamos a alcalinizar nuestro medio interno. No obstante, cada vez se van conociendo más estudios e investigaciones científicas de las que se desprende la correlación positiva entre el consumo de plasma marino con el tratamiento de diferentes patologías, como la hipertensión, la hipercolesterolemia y la diabetes.

Las investigaciones han informado que el plasma marino fue significativamente capaz de reducir los lípidos en los modelos in vitro e in vivo. Así, el plasma marino tiene propiedades anti-obesidad ya que se ha demostrado que reduce la grasa y el peso corporal.

La terapia marina en el tratamiento natural de la obesidad y la diabetes tiene su base científica en los estudios realizados en la Universidad de Daegu, Corea del Sur. El doctor Hwang y sus investigadores demostraron que, el plasma marino ayuda a reducir en un 7% el peso corporal y los niveles de glucosa en un 35’4%, así como una mejoría en el test de tolerancia a la glucosa, en comparación con el grupo que tomaba solo agua potable. Los resultados de la prueba de tolerancia oral a la glucosa revelaron que los grupos alimentados con plasma marino aumentaron significativamente la eliminación de glucosa después de 84 días.

Durante la ingesta de plasma marino se observó un aumento de los niveles de proteínas plasmáticas de adiponectina y la disminución de los niveles de proteínas plasmáticas de la resistina, la RBP4 (proteína transportadora de retinol tipo 4, encontrada en concentraciones mucho más altas en obesos y diabéticos y funciona como disparador de la inflamación en el tejido adiposo). En resumen, todos estos resultados avalan que la ingesta controlada y continuada del plasma marino puede mejorar la obesidad y la diabetes.

Los magníficos efectos del plasma marino sobre la obesidad se probaron aún más cuando se comprobó que estimulaba la biogénesis mitocondrial, el componente que controla la liberación de energía asociada con el metabolismo de los lípidos.

La disfunción mitocondrial se reconoce como una característica central de la obesidad y la diabetes. Los estudios han revelado que el plasma marino tiene potencial como tratamiento para la diabetes y la obesidad mediante sus efectos sobre el metabolismo mitocondrial ya que, aumenta y estimula la biogénesis y la función mitocondrial. Este hecho nos proporciona información adicional sobre el mecanismo regulador de la acción anti-diabética y anti-obesidad inducida por el agua de mar.

Toda esta evidencia científica garantiza la incorporación del plasma marino como un gran complemento natural por el aporte de sales minerales y oligoelementos, con una correcta biodisponibilidad iónica, para una optima nutrición celular y un perfecto desarrollo del metabolismo.

* El Plasma Marino es un complemento mineral que no sustituye en ningún caso el Agua Mineral.
* Esta información recoge las investigaciones científicas sobre el consumo del agua de mar. Si tiene alguna duda con respecto a su salud, consulte a su médico o terapeuta.

Referencias

• Estrategia Mundial OMS sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud.
• Infobase mundial de la OMS: datos de sobrepeso y obesidad, IMC promedio, netas sanas e inactividad física.
• Base de datos mundial de la OMS sobre índice de masa corporal
• H. S. Hwang, H. A. Kim, S. H. Lee, and J. W. Yun, “Anti- obesity and antidiabetic effects of deep sea water on ob/ob mice,” Marine Biotechnology, vol. 11, no. 4, pp. 531–539, 2009.
• Z.-Y. Fu, F. L. Yang, H.-W. Hsu, and Y.-F. Lu, “Drinking deep seawater decreases serum total and low-density lipoprotein- cholesterol in hypercholesterolemic subjects,” Journal of Medic- inal Food, vol. 15, no. 6, pp. 535–541, 2012.
• H. S. Hwang, S. H. Kim, Y. G. Yoo et al., “Inhibitory effect of deep-sea water on differentiation of 3T3-L1 adipocytes,” Marine Biotechnology, vol. 11, no. 2, pp. 161–168, 2009.
• B. G. Ha, J.-E. Park, H.-J. Cho, and Y. H. Shon, “Stimulatory effects of balanced deep sea water on mitochondrial biogenesis and function,” PLoS ONE, vol. 10, no. 6, Article ID e0129972, 2015.
• B. G. Ha, J.-E. Park, E. J. Shin, and Y. H. Shon, “Effects of balanced deep-sea water on adipocyte hypertrophy and liver steatosis in high-fat, diet-induced obese mice,” Obesity, vol. 22, no. 7, pp. 1669–1678, 2014.
• B. G. Ha, E. J. Shin, J.-E. Park, and Y. H. Shon, “Anti-diabetic effect of balanced deep-sea water and its mode of action in high- fat diet induced diabetic mice,” Marine Drugs, vol. 11, no. 11, pp. 4193–4212, 2013.
• H. Yuan, S. Chung, Q. Ma, L. Ye, and G. Piao, “Combination of deep sea water and Sesamum indicum leaf extract prevents high-fat diet-induced obesity through AMPK activation in visceral adipose tissue,” Experimental and Therapeutic Medicine, vol. 11, no. 1, pp. 338–344, 2016.
• J. W. Yun, “Possible anti-obesity therapeutics from nature—a review,” Phytochemistry, vol. 71, no. 14-15, pp. 1625–1641, 2010.

Un clásico entre las preguntas sobre los efectos adversos del consumo de Plasma Marino es si sube la tensión arterial. Por supuesto, a personas con hipertensión arterial es una pregunta que les concierne y les preocupa. Si el agua de mar es rica en sodio y la sal de mesa está desaconsejada para los hipertensos, entonces, ¿qué? ¿Puedo tomarla sin riesgos para mi salud?

No podemos comparar los efectos de la sal con el Plasma Marino. Mientras que la sal, es un compuesto químico formado por dos minerales inorgánicos (Na y Cl) que se enlazan entre sí, el Plasma Marino contiene todos los minerales principales para el ser humano, así como más de 70 oligoelementos que son esenciales para la vida, todos en forma iónica que, una vez predigeridos por el plancton, se encuentran en su forma bio activa, y por lo tanto asimilables para el cuerpo humano.

Así, gracias a la totalidad de los minerales y oligoelementos bio activos el Plasma Marino ayuda a reducir la presión arterial y mejorar la hemodinámica cardiovascular.

Numerosos estudios científicos avalan esta información. Al principio se estudio sobre animales en laboratorio. Los resultados fueron contundentes: Las ratas hipertensas que fueron tratadas con Plasma Marino durante ocho semanas tenían una presión sanguínea menor que el grupo control. Después, los estudios continuaron con humanos. Los resultados fueron concluyentes.

El Plasma Marino ayuda a regular la tensión arterial, y en casos de personas hipertensas reduce la tensión arterial. Muchos de los minerales presentes en el Plasma Marino, como Mg y Ca, se asocian con una presión arterial reducida. El contenido de Na puede inducir hipertensión, aunque la gran presencia de Mg puede disminuir la presión sanguínea mediante la supresión de la actividad adrenérgica y, probablemente, la natriuresis (gran excreción de sodio en la orina). Es clave y muy interesante que un alto contenido de Mg puede disminuir la presión sanguínea en presencia de sodio.

Diferentes enfermedades y hábitos se asocian al incremento de la tensión arterial, como el estrés, el sobrepeso, la obesidad y los lípidos en la sangre y en la arteria. En todos estos casos, el consumo de Plasma Marino también se asocia a la reducción de la presión arterial.

Por otra parte, el Plasma Marino también puede prevenir el trastorno trombótico mediante la supresión de la liberación del inhibidor del activador del plasminógeno tipo 1 de las células endoteliales vasculares.

En la búsqueda científica sobre los beneficios del Plasma Marino hemos encontrado numerosos estudios rigurosos y fiables que apoyan el uso del Plasma Marino en enfermedades cardiovasculares, hipertensión, hipercolesterolemia y obesidad.

La ciencia es clara, el consumo de Plasma Marino beneficia a la salud, ayuda a las personas a regular los niveles de colesterol, disminuye la obesidad, reduce la hipertensión arterial, mejora la hemodinámica cardiovascular, previene de trombos y ayuda a la renovación y regeneración de las células endoteliales vasculares.

* El Plasma Marino es un complemento mineral que no sustituye en ningún caso el Agua Mineral.

* Esta información recoge las investigaciones científicas sobre el consumo del agua de mar. Si tiene alguna duda con respecto a su salud, consulte a su médico o terapeuta.

Las investigaciones científicas muestran como el agua de mar obtenida en mar abierto y a cierta profundidad (Plasma Marino) mejora los perfiles de colesterol en el suero y el hígado, respectivamente.

La totalidad de los minerales y oligoelementos presentes en el Plasma Marino son totalmente bio disponibles para nosotros, ya que han sido transformados en su forma bio activa gracias a la predigestión realizada por las familias planctónicas. Son estos minerales los que proporcionan múltiples beneficios para nuestra salud.

El Plasma Marino se investigó en relación a personas con una presencia elevada de colesterol en la sangre, individuos hipercolesterolémicos. Curiosamente, se demostró que el Plasma Marino podría reducir los niveles de colesterol, las lipoproteínas de baja densidad y la peroxidación lipídica.

Anteriormente ya se había estudiado los beneficios del Plasma Marino en animales mostrando la reducción de los niveles de triglicéridos, de los niveles de colesterol de lipoproteínas de alta densidad y del colesterol total en el suero y el hígado.

El Plasma Marino puede disminuir los niveles de colesterol entre un 15% y 18%. La ingesta de Plasma Marino se relaciona con una mayor excreción del colesterol biliar y del ácido fólico, lo que disminuye los niveles de colesterol total.

El Plasma Marino, asimismo, disminuye el contenido de lípidos de los hepatocitos mediante la activación de la proteína quinasa activada por AMP, que inhibe la síntesis de colesterol y ácidos grasos.

Los mecanismos del Plasma Marino para la mejora de los perfiles de colesterol están asociados con la regulación positiva del receptor hepático de lipoproteínas de baja densidad y la expresión del gen del colesterol-7a-hidroxilasa (CYP7A1), que están implicados en el catabolismo del colesterol.

¿Que tienen en común todos estos minerales? magnesio, potasio, calcio, hierro, zinc, selenio, manganeso, cobre, yodo, cromo, fósforo y molibdeno.

Son minerales que el cuerpo utiliza para mitigar los síntomas del estrés. El estrés físico, mental y emocional hace que nuestro organismo utilice estos minerales y oligoelementos más rápido de lo normal.

El Plasma Marino ayuda a combatir el estrés, ya que cuenta con todos los minerales que mantienen el buen funcionamiento del sistema nervioso y, por ende, a luchar contra el estrés.

El agua es fundamental en cualquier persona ya que una correcta hidratación ayuda a mejorar el funcionamiento del sistema nervioso. Pero también lo es el correcto equilibrio hidromineral para conservar y estimular el adecuado funcionamiento de las células nerviosas. Por ello, el Plasma Marino se convierte en un gran aliado contra la fatiga, el cansancio y el estrés mediante la reposición y la optimización de la bioquímica de nuestro cuerpo.

En el Plasma Marino se encuentran la totalidad de los minerales de una manera orgánica y biodisponible lo que permite reponer de una manera rápida, natural y ecológica minerales que ayudan a reducir los niveles de estrés en nuestro cuerpo, evitando la estimulación de las glándulas suprarrenales, y por tanto la producción de noradrenalina, adrenalina y cortisol.

La secreción de hormonas por las suprarrenales en el estrés, sobre todo la aldosterona, produce retención de sodio y pérdida de potasio, por lo que una reposición automática de estos minerales orgánicos es esencial para la salud del sistema nervioso.

¿Quieres conocer algunos minerales que nos ayudan a relajarnos y a disminuir los estados de estrés, depresión y ansiedad?

• Magnesio: Forma parte de las diferentes y diversas células nerviosas por ello su consumo es ciertamente imprescindible para el correcto funcionamiento del sistema nervioso. El magnesio mejora la función del músculo cardíaco (regula y fortalece sus contracciones) y en muchos casos baja la tensión arterial debido a su efecto sobre el potasio y el sodio reduciendo la tendencia de la sangre a su excesiva agregación. También interviene en la liberación de energía y está relacionado con la elaboración y actividad de las hormonas producidas por las glándulas suprarrenales, para cuya salud el magnesio es vital, relaja los nervios y músculos, contribuye a reducir el riesgo de agotamiento causado por el estrés crónico y agudo y mejora el sueño.
  Un equilibrio entre magnesio y calcio contribuye a mantener una buena actividad nerviosa en el estrés. La deficiencia de magnesio provoca una excesiva producción de aldosterona, y ocasiona irritabilidad, ansiedad, depresión, disfunciones cardiovasculares, insomnio, nerviosismo o espasmos musculares.
• Potasio: Un mineral cuyas reservas son considerablemente consumidas por el estrés crónico, llegando incluso a provocar depresión, nerviosismo e insomnio, cuando su carencia es elevada. Es un importante nutriente relacionado con el correcto funcionamiento de los nervios, los músculos y el corazón, y ayuda a mantener el equilibrio entre el sodio y los líquidos. En períodos de estrés se aconseja aumentar el aporte de potasio para compensar su pérdida debida a la excesiva cantidad de aldosterona.
• Zinc: Además de su papel como remedio para combatir el estrés, resulta fundamental para el sistema inmune y para el crecimiento y el desarrollo, entre otras funciones. Es necesario para la producción de hormonas por las suprarrenales que durante los periodos de estrés consiguen agotarlo o consumirlo más rápido. Un nivel insuficiente de zinc provoca muchos trastornos y síntomas relacionados con el estrés como fatiga crónica, estados de agotamiento físico y mental, irritabilidad, depresión, impotencia y baja inmunidad.
• Calcio: Participa en la transmisión del impulso nervioso, trabaja con el magnesio en la contracción y relajación del músculo regulando la excitabilidad de los nervios y músculos, previene y alivia la ansiedad, promueve el bienestar mental y favorece el sueño, regula el ritmo cardíaco y previene la excesiva acidez o alcalinidad de la sangre.
• Cromo: Oligoelemento esencial del factor de tolerancia a la glucosa, contribuye a equilibrar el nivel de azúcar sanguíneo y favorece un metabolismo eficiente de la glucosa, por lo que puede prevenir la liberación anormal de hormonas como cortisol, adrenalina y glucagón, que cuando están elevadas pueden producir inestabilidad emocional, mareos o falta de alerta. El cortisol, antagónico de la insulina, provoca un catabolismo de las proteínas y lípidos y un aumento en la utilización de la glucosa. Una deficiencia de cromo altera la adecuada actividad de la insulina y el metabolismo de los carbohidratos, aminoácidos y lípidos. El estrés se relaciona con un aumento de la pérdida urinaria de cromo.