Agua de mar y sus beneficios en la piel
Written by Laia Gómez Carreras
- Published in nuestro blog
- Read 1149 times
- Be the first to comment!
El agua de mar aporta todos los minerales y oligoelementos que el cuerpo necesita para establecer sus funciones básicas. Todos los minerales obran entre sí y actúan sobre los otros, provocando sinergismos y/o antagonismos, es por esa identidad mineral con nuestro organismo que el agua de mar se convierte en el mejor nutriente mineral que existe en la naturaleza. Así el aporte de un mineral nunca va inhibir la producción o asimilación de otros minerales u oligoelementos.
Estos elementos están presentes en el agua de mar en forma de macro y micronutrientes y proporcionan importantes beneficios a la piel. Todo esto hace del agua de mar un excelente disolvente, antibiótico y bactericida inhibiendo la proliferación bacteriana, por eso es tan recomendable para pieles con problemas de acné, ya que la bacteria causante Propionibacterium acnes, no se encuentra a gusto en altas concentraciones salinas.
El zinc, el selenio y el cobre son los minerales fundamentales para la piel; es decir, son indispensables para mantener una piel joven y elástica, pero hay otros minerales también implicados en la belleza de la piel, uñas y cabello, cuya carencia debe evitarse para retrasar los efectos del envejecimiento y los posibles problemas y enfermedades.
Al entrar en contacto con el agua salada, en la superficie cutánea tiene lugar un proceso llamado ósmosis, por el cual nuestro cuerpo “absorbe” estos elementos, produciéndose así la renovación de los mismos en nuestro organismo. Como resultado, la piel se vuelve más elástica y mejora su aspecto.
Algunos de los beneficios otorgados al agua de mar a nivel cosmético:
- Acné: Antiseptica, bactericida, desinflamatoria.
- Celulitis: Rompe los depósitos de toxinas y grasas en las capas mas internas de la piel, acción diurética y desintoxicante.
- Dermatitis: Restaura el balance de la piel regenerándola desde sus capas internas, antialérgica, desinflamatoria y regeneradora.
- Eccema: Restaura el balance de la piel regenerándola desde sus capas internas, antialérgica, desinflamatoria y regeneradora.
- Pérdida de cabello: Activa la circulación sanguínea, estimula el crecimiento del cabello.
- Piel envejecida o reseca: Humecta, suaviza y desintoxica la piel dándole un aspecto rejuvenecido y saludable.
- Retención de líquido: Acción diurética, activa la circulación sanguínea, desintoxica.
- Soriasis: Antialérgica, regeneradora, desinflamatoria.
- Seborrea: Humecta, regula la producción de grasa.
Las funciones de los minerales que contiene el agua de mar son:
- Disminuir la velocidad del envejecimiento cutáneo, gracias a la acción del total de los minerales y oligoelementos presentes el agua de mar estimula la renovación celular, nutre las capas más superficiales de la piel y mejora la hidratación de la misma.
- Estimula la capacidad de captación y mantenimiento del agua intracelular. Mejora la elasticidad cutánea, disminuye el tamaño de poro y mejorar las arrugas al nutrir la piel con los minerales esenciales.
Los minerales indispensables para la salud de la piel, pelo, cabello y uñas son:
- Zinc: Un antioxidante que ayuda a reparar tejidos y cicatrizar heridas, desempeña un importante papel en la formación de colágeno, ayuda a prevenir dermatitis y brotes de acné. Un nivel bajo de zinc está asociado con trastornos de la piel.
La importancia de este mineral para la belleza es evidente, ya que la mayor parte del zinc de nuestro organismo se encuentra localizado en la piel, el cabello y las uñas. Es indispensable para la síntesis de proteínas, particularmente de las de colágeno. Precisamente el colágeno -la proteína más abundante en el organismo- y la elastina son los componentes presentes en mayor proporción en el tejido conjuntivo de la dermis, y aseguran la tonicidad y la elasticidad de la piel. Su déficit limita el crecimiento y la regeneración de los tejidos, por eso es ampliamente utilizado en el tratamiento de lesiones dermatológicas con componentes inflamatorios (dermatitis, eczema, impétigo, acné vulgar e inflamatorio, celulitis, úlceras varicosas...), en los procesos de cicatrización y como protector de la piel de los bebés.
Los puntos blancos en las uñas, el cabello frágil seco que se rompe fácilmente, y piel de un acné escamoso son muestras que deben alertarle a una deficiencia de zinc. La contusión fácil y la cura lenta de heridas pueden ser otras muestras. A veces, los niveles bajos del zinc son causados por los altos niveles de cobre.
Actúa de forma particularmente eficaz en los casos siguientes:
- Cabellos y uñas: la carencia de zinc afecta especialmente al crecimiento del pelo y las uñas. El cabello crece menos, tanto en volumen como en longitud, o se queda sin brillo y quebradizo,
pudiendo derivar incluso en una alopecia. Por su parte, las uñas se rompen, se estrían y presentan manchas blanquecinas.
- Acné: una suplementación diaria de zinc al día reduce significativamente el número de comedones (los poros de la piel en los que se acumula grasa y suciedad), así como la inflamación que frecuentemente los acompaña.
- Estrías: el zinc es indispensable para el tejido elástico, por eso su falta puede provocar la aparición de estrías. Un aporte correcto ayudará a la prevención de estas lesiones.
- Cicatrización: este mineral es también indispensable para la cicatrización de las heridas y las quemaduras. Si falta zinc en nuestro organismo, estas lesiones no sólo no cicatrizan, sino que además tienden a aumentar de tamaño y a infectarse.
- Herpes: los iones de zinc interfieren en el proceso de evolución del herpes y ayudan a que no se desarrolle. - Potasio: Regula la transferencia de nutrientes a través de la membrana celular, ayuda a prevenir la formación de radicales libres y acné. Contribuye al crecimiento de nuevas células, regula el equilibrio hídrico corporal. Tiene un importante impacto en el rejuvenecimiento cutáneo, hidratación y luminosidad.
- Magnesio: Su acción es vital en el mantenimiento y la reparación de las células corporales. Mejora la elasticidad y la hidratación de la piel.
- Calcio: Es el mineral más abundante en el cuerpo humano. En la piel su acción es de ayuda en la renovación celular, anti-edad, mejora la resistencia frente las arrugas y frente al daño celular de los radicales libres. Tiene una acción importante en la producción de Catalasa, la enzima que actúa como antioxidante al prevenir el daño del ADN, muy importante sobre el colágeno y la elastina de la piel.
- Selenio: Tiene una acción antioxidante junto a la vitamina E. Los dos protegen las membranas celulares contra los daños producidos por la oxidación, (al neutralizar los radicales libres), por lo que previenen, o al menos retardan, los procesos de envejecimiento e induración de los tejidos, mantiene la elasticidad de los tejidos y protege contra la piel seca y la caspa. Los niveles bajos de selenio están asociados con el envejecimiento prematuro, los eczemas y la psoriasis.
Es muy útil para mantener la elasticidad de los tejidos, para el tratamiento y la prevención de la caspa y si la exposición a elementos contaminantes, porque protege de los efectos tóxicos de los metales pesados, como el cadmio, el mercurio, el plomo y el arsénico. - Silíceo: Resulta fundamental en la biosíntesis del colágeno, de modo que su carencia produce estrías por pérdida de elasticidad de los tejidos, arrugas y envejecimiento prematuro de la piel. Es importante para el mantenimiento de la fuerza y del grosor apropiado de la piel, mejorando la elasticidad y la densidad de la piel.
- Sodio: Mejora el metabolismo cutáneo, ayuda a evitar la formación de los radicales libres y mitiga el envejecimiento de la piel, disminuyendo la velocidad del envejecimiento cutáneo.
- Estroncio: Participa en la formación del tejido conectivo, reduce irritaciones sensoriales tales como picor, ardor, prurito inflamación.
- Azufre: Importante en la síntesis del colágeno y la queratinización de una piel sana. Es esencial para tener cabellos, piel y uñas sanos. Forma parte de los aminoácidos que ayudan a construir los tejidos, embellece el cutis y hace el cabello más brillante. Favorece a la pigmentación de la piel, que se pigmenta mal en ausencia del azufre.
- Vanadio: Necesario para mantener un adecuado metabolismo celular.
- Bromo: Desintoxica, relaja, suaviza la piel, actúa como defensa frente a los síntomas alérgicos.
- Hierro: Elemento básico para el organismo ya que es un mineral indispensable en la producción de la hemoglobina, gracias a la cual la piel tiene un buen color. Devuelve el buen color de piel; su déficit provoca palidez , debilitamiento y caída del cabello ya que el oxígeno no llega al folículo. Sin embargo, el organismo precisa del cobre, el cobalto, el manganeso y la vitamina C para asimilar el hierro.
- Cobre: Permite que nuestro organismo pueda utilizar la tirosina, un aminoácido que influye en la pigmentación (color) del cabello y de la piel, y su deficiencia puede provocar la formación inapropiada de la elastina (uno de los componentes del tejido conjuntivo de la piel). Ayuda a prevenir la caída del cabello y a mantener la textura correcta. También es esencial para la síntesis de la hemoglobina, el transporte de hierro, y para la utilización de la vitamina C. Sin embargo, un exceso parece bajar los niveles de zinc y puede provocar, entre otras cosas, pérdida del cabello y despigmentación de éste y de la piel. Su abuso parece favorecer fenómenos de oxidación, y por tanto el envejecimiento prematuro de la piel. El cobre se requiere para la formación de un vínculo químico muy fuerte en cabello y piel llamado el enlace de desulfuro.
- Yodo: Un aporte suficiente de este mineral favorece el crecimiento inapropiado del cabello, las uñas y la piel; también ayuda a adelgazar porque quema el exceso de grasa y aporta energía. Su déficit influye en la glándula tiroides y puede provocar reacciones lentas, aumento de peso y falta de energía.